Tiene una sonrisa interesante, unos labios despampanantes y las palabras en su lugar.
Tiene algo enorme que atrae, no es un hijo de su madre, ni es un nene de papá.
Tiene los discos que le gustan, baila tan moderno que te asusta y confía en su espontaneidad.
Tiene una autoestima indestructible, tiene horarios muy flexibles, tiene mucho para dar.